12.5.10

"Mi tierra se llama miseria donde no conozco la palabra libertad"

Sahara es arena, es desierto...solo desierto.
Cuando conoces a su gente, ya no es solo desierto, ya no es Sáhara. Cambia tu visión de aquello, cambia el color del desierto y Sáhara se convierte en saharaui...
Cuando ves respetar a quien no respeta, cuando las palabras no son nada porque la vista y lo que sientes se te quedan grandes y necesitas aprender a mirar desde otro lado y solo hablas dibujando en la arena las mil sonrisas que te dedican cada día.
Basta con escuchar el siroco y compartir risas para echar a volar.
Y es cierto eso que dicen que te traes contigo mucho mas comparado con lo que dejas...
Cuando alguien desea ser como tú, pensar como tú, dibujar como tú, jugar como tú, vivir como tú... no hay corazón que resista esa mirada que te lo dice.
Cuando las lágrimas sobran para saber que estas llorando, donde cada niño tiene un sueño, donde la vida es injusticia y resignación, donde la muerte es como el té, entra suave y lentamente.
Y mientras os seguiremos recordando aun sintiendo que esas injusticias siguen latentes...Podría aún escribir mil cosas y no decir nada....No se como describir una experiencia así, ni como describir lo que viví, ni como sentí todo aquello en siete días, ni como describir mil historias que pasaron sin ser vistas porque el tiempo se agotó.
Entre mil risas y sonrisas aprendí como ser feliz siendo ciega al dolor, siendo ciega al sol. Pude contemplar la maravillosidad de los gestos de cada niño, de sostener el rostro por un instante de esa vida que tanto llena, de besar el alma de todo el mundo que me la prestó sin decir nada... Pude contemplar por el pueblo en general, la tristeza de no ser libres pero aun así luchar para morir por ello....

Pensaba  que la felicidad no existía de esa manera. Que esas personas no nos dedicarían nada, al no tener nada. Que el sol nos abrasaría y lo pasaríamos bastante mal. Que el usar toallitas durante una semana, o el no tener móviles, ni ordenador, ni reloj... sería un grave problema al estar incomunicados y sucios.  Que el poder ver la supervivencia de esa gente nos dejaría tocados y hundidos, que estaríamos perdidos en la nada, en el desierto. Que las relaciones con los demás iban a ser algo raras aunque siempre nos quedaba nuestro grupo. Que sería un viaje muy largo y pesado según decían, que comeríamos cosas nuevas, que nos hincharíamos a té, que las personas mayores no hablaban nuestro idioma, solo entendían algunas palabras. Que visitaríamos lugares mágicos e indescriptibles. . .
Y ante todo aquello puedo decir que sí, es cierto que nunca he sido más feliz. Pero pensé mal, nos dieron lo mejor que tenían. Me enseñaron a luchar por lo que quiero, aprendí a reír como nunca he reído, aprendí a no importarme quien esté a mi lado con tal de ayudarle. Aprendí a conocerme. A sentir las maravillas de ellos, de los niños, de vosotros. Nunca pensé que Dajla me diera razones por las que vivir y razones por las que sentirme vacía al verles tan felices sin nada y nosotros con todo, no sepamos estar siempre sonriendo. Sí, el trayecto de ida fue muy largo, muy pesado y horroroso. Pero tuve gente que estaba pendiente de mí toda la noche y todo el día, aún si estaba bien como si no, amigas que te dan la mano y que te ofrecen a la vez un brazo, entonces sin poder hablar, las miras y saben lo que las estás diciendo. Se mueren de frío pero te dejan lo que sea aunque ellas estén mal, no tienes sitio y se mueven o se levantan para dejarte sentarte donde ellas tan bien están… son pequeñas cosas que me habéis dado sin pedir nada a cambio, son las cosas que mejor me han dado.
Aun puedo recordar la primera noche, la primera mañana allí, nuestros despertares, nuestros desayunos, nuestras comidas, nuestras salidas, nuestros madrugones y nuestros trasnoches, nuestros secretos, nuestras cenas, nuestras lavadas, nuestra habitación, nuestros momentos de risas y sonrisas, nuestras canciones, nuestras paridas, nuestros megáfonos, nuestra camioneta y nuestro autobús, nuestra luna, nuestro sol, nuestros lloros, nuestras carreras, nuestras caídas, nuestros abrazos, nuestros momentos a solas, nuestros momentos en compañías, nuestros sueños, nuestras miradas, nuestro calor sofocante, nuestros ruidos nocturnos, nuestras toallitas desaparecidas, nuestra ropa, nuestros pies, nuestros momentos de euforia y de cansancio, nuestras manos pintadas, nuestra familia, nuestras agendas, nuestras rayadas, nuestros comentarios, nuestros días enfermos, nuestros tés, nuestras despedidas, nuestros últimos abrazos y besos, nuestras cartas, nuestro regreso… Nuestros porque lo compartimos todo, pero en realidad se lo robamos a ellos, se lo debemos a ellos.
“He salido a la calle abrazado a la tristeza: vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena. Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas; los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama. La justicia está arrestada por orden de la avaricia; el dinero que te salva es el mismo que te asesina. No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras; sacos llenos de agujeros para guardar alegrías. Me da pena que se admire el valor en la batalla; menos mal que con los rifles no se matan las palabras...menos mal que con los rifles no se matan las palabras...”
Tanto que agradecer que nunca se podrá devolver lo que nos dieron ni lo que me disteis, es increíble recordar todo cuando lo tienes aún en tu mente noche y día. Es un suplicio dormir sin poder a la mañana siguiente compartir esos mares de arena con todos vosotros, fui muy feliz en ese sitio al igual que todos creo. Y eso es lo que nos queda y nos quedará eternamente.
GRACIAS. 
   SAHARAUI SAHARAUIA!!!      
… Espero que al final podamos conseguir nosotros y ellos un Sahara libre y respetado. Porque sinceramente este viaje es lo que mejor me ha pasado en la vida y me gustaría que nuestros deseos y los de ellos se hiciesen realidad.
 Ana Sanz

3 comentarios:

  1. Sencillamente espectacular este testimonio!!! Todo será poco...o todo sera nada si no se consigue la verdadera libertad para los pueblos oprimidos.¡Felicitaciones! Y salúdos desde: www.animoparavivir.com

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  2. SAHARAUI SAHARAUIA... el sahara libre
    /YEIDI WEIDA LILJORIA/...con las manos unidas,
    Es dificil contener las lagrimas recordando eso, pero es mas dificil contenerlas al pensar que te vas del sahara dajando todo aquello igual...igual de humilde, igual de cauitivo, igual de puro.¿Donde se auncuentra la barita mágica capaz de lidiar con esto? avisen cuando la encuentren. Mientras tanto hagamos caso a esa segunda parte del lema saharaui, esa parte que las compañeras de mi jaima fueron incapaces de recordar =). Hagamos del Sahara un lugar libre ,pero eso si, CON LAS MANOS UNIDAS.

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